El trabajo nocturno tiene un impacto negativo significativo en la salud

13/03/2024

Esta semana, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha discutido los efectos del horario nocturno en la salud de los trabajadores al referirse a los horarios de la hostelería en España, defendiendo que los derechos laborales deben respetarse. Isabel Día Ayuso, la presidenta de la Comunidad, acusó a la líder de Sumar de desear que los ciudadanos sean "puritanos, materialistas, socialistas, sin alma, sin luz y sin restaurantes, aburridos y en casa".

La jornada laboral nocturna o a turnos tiene un impacto perjudicial en la salud del trabajador, ya que puede reducir su esperanza de vida en un 20%. Esto equivale a casi 17 años menos que la esperanza media de vida en la Comunidad de Madrid, que es de alrededor de 84 años. Además de los efectos físicos, aumenta la probabilidad de sufrir estrés persistente, mayores problemas para la vida social y las relaciones personales y un aumento de la probabilidad de desarrollar hábitos perjudiciales como trastornos alimentarios y consumo de tabaco y alcohol.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022, más de 2,4 millones de personas en España trabajaron en turnos de noche, es decir, entre las 22 y las 6 horas del día siguiente, de los cuales 322.600 se encontraban en la Comunidad de Madrid. 

La necesidad de cambiar el ciclo del sueño y, por lo tanto, ir contra el reloj natural del ser humano para estar activo de noche y dormir durante el día, con efectos como trastornos del sueño y enfermedad coronaria y cerebrovascular, es el principal factor del trabajo a turnos y nocturno.

El jefe del servicio de Salud Laboral del Gregorio Marañón, Ignacio Sánchez-Arcilla, destaca que en la sociedad actual, el trabajo a turnos y el trabajo nocturno son cada vez más comunes, ya que tienen un impacto significativo en la salud física y mental de los trabajadores. 

En la comunidad, el 10% de la población activa, o uno de cada diez ocupados, trabaja de noche, de los cuales el 5,3% lo hace la mitad de los días. En 2022, esa cifra aumentó un 0,8% en comparación con el año anterior.

Los efectos están relacionados con dos aspectos: la alteración de los ritmos biológicos y la falta de sueño. Ana Jiménez, médica especialista en Medicina Interna del Severo Ochoa, explicó que la alteración del ritmo biológico o ritmo circadiano se debe a que por la noche segregamos melatonina, una hormona que nos ayuda a relajarnos y descansar, mientras que por el día segregamos cortisol, una hormona que nos mantiene activos.

De acuerdo con Milagros Merino, neuróloga de la Unidad de Trastornos Neurológicos del Sueño de La Paz, este problema afecta principalmente a las mujeres mayores de 40 años que tienen antecedentes de problemas de sueño, y en menor medida a las personas jóvenes y sin hijos, así como a aquellos con un cronótipo nocturno, como "los buhos y los noctámbulos". 

Según las expertas, este efecto empeora con la edad y es un factor de riesgo adicional para la intolerancia a los turnos de trabajo. En el caso de los trabajos a turnos, es más dañino porque no permite adaptarse al nuevo patrón de trabajo tanto a diario como a noche.

A pesar de que los expertos indican que esto no tiene un impacto uniforme en todas las personas, se ha llegado a un consenso en que una quinta parte de los trabajadores que realizan turnos fuera de lo habitual experimentan "problemas graves" de sueño.

Hay aspectos positivos y negativos. La doctora Merino ha señalado que aunque se obtiene un mayor ingreso, se experimenta una disminución del 20% en la calidad de vida. De hecho, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por cada 15 años que un trabajador trabaje en horario nocturno, envejecerá prematuramente cinco años. 

Tiene efectos a nivel cardiovascular, con riesgo de hipertensión, infarto, ictus, problemas inmunológicos, sobrepeso, diabetes y obesidad, y problemas psiquiátricos como depresión, ansiedad, irritabilidad y mayor riesgo de accidentalidad, entre otros factores.

La doctora Merino ha mencionado que la predisposición a contraer cáncer es un factor de riesgo y puede provocar una evolución más negativa de los procesos. La clasificación del trabajo nocturno en el grupo de "probables carcinógenos para los humanos" fue clasificada en el segundo nivel en una escala de cuatro por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).

La doctora Jiménez destaca que los estudios experimentales en pacientes con falta de sueño tienen como objetivo reducir la producción de anticuerpos después de la vacunación, lo cual se debe a cambios en el metabolismo de la glucosa, lo que provoca un aumento del apetito y una disminución del gasto energético. 

Esto puede generar una resistencia a la insulina y eventualmente provocar el desarrollo de diabetes. Además, nos lleva a la obesidad, que es un factor de riesgo para la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Todo esto conduce a una mayor irritabilidad y agotamiento, lo que afecta las relaciones personales y dificulta la interacción con los demás, incluso los más cercanos, como la familia y la pareja. Hay una mayor cantidad de divorcios, una disminución en la tasa de fertilidad y una mayor propensión al consumo de drogas y alcohol. La doctora Merino ha explicado que las drogas se utilizan con frecuencia para compensar las consecuencias del problema del sueño causado por el trabajo a turnos.