Desde la pandemia, solo se han creado dos de cada 100 nuevos puestos de trabajo y el empleo industrial ha retrocedido a su mínimo histórico.

09/04/2024

Solo el 13,3% de los trabajadores en este sector trabajan, lo que lo convierte en el octavo peso más bajo de la UE, y su PIB está un 1,1% por debajo del nivel pre-covid.

puestos de trabajo

El peso del empleo industrial sobre el total de ocupados en el país ha disminuido en 2023 hasta el 13,29%, un mínimo histórico, después de que desde 2019 se haya creado solo el 2,4 % de los nuevos empleos, 29.800 de los 1,22 millones creados, según la EPA.

La importancia del empleo industrial en España ha disminuido durante muchos años. En los años 90, representaba el 20,5% del total, lo que representaba uno de cada cinco trabajadores. Sin embargo, disminuyó al 15,8% en 2008 y, tras la Gran Recesión, ha continuado disminuyendo hasta situarse en el 13,3% al cierre del año pasado, con 2,79 millones de empleados.

Esto coloca a nuestro país como el octavo país de la Unión Europea con la tasa de empleados en el sector más baja. Según Eurostat, solo Luxemburgo, Países Bajos, Malta, Grecia, Chipre, Francia y Dinamarca tienen una proporción de trabajadores más baja en la industria. En promedio, el 15,4% de los trabajadores en la UE están empleados en la industria, siendo República Checa el estado con la mayor proporción, con un 27,5%.

A pesar de que el empleo industrial en la Unión Europea ha disminuido, pasando del 19,9% en 2000 al 15,4% en 2023, la brecha entre España y la media comunitaria se ha triplicado durante este período, siendo crucial en los años posteriores a la pandemia.

Según los datos recopilados por Robert Walters, una consultora de selección, no solo ha disminuido la cantidad de trabajadores empleados en la industria, sino que también hay un 27% menos de empresas industriales en el país que en 2008. La tendencia a largo plazo es la desaceleración y la disminución del número de empresas. La mayoría de las empresas industriales son pequeñas empresas ubicadas en todo el país. Solo hay 6.000 empresas industriales que emplean a más de 50 personas. Sin embargo, según el informe Industria y Empresa Familiar, ocupan casi el 55% de los trabajadores del sector.

La disminución del empleo en el sector industrial ha coincidido con una disminución en la contribución del sector al PIB. Según los datos de Contabilidad Nacional del INE, el Valor Añadido Bruto de la industria, un indicador utilizado para calcular el PIB, se encuentra a cierre de 2023 un 1,1% por debajo del nivel prepandemia y un 6,7% por debajo del nivel de 2007.

A pesar de que el PIB industrial de España ha variado en comparación con la media europea en el transcurso del siglo, la diferencia ha aumentado gradualmente, pasando de 1,9 puntos en 2000 a 3,8 puntos en la actualidad. Además, el año 2023 ha sido un punto de inflexión en esta evolución homogénea, ya que el VAB industrial en España ha sufrido un retroceso, mientras que el promedio de la UE se ha mantenido.

La importancia de esta industria en el empleo y el PIB no es casualidad que se produzca en un contexto en el que la inversión no puede recuperarse y todavía está por debajo de los niveles pre-covid. En España, la inversión sigue siendo inferior a 3 puntos en comparación con el año 2019, mientras que en el resto de Europa ha mantenido un aumento constante. Carlos Ocaña, director general de Funcas, expresó este lunes que esto es lo más alarmante en la economía española en este momento.

El impacto socioeconómico del desarrollo e impulso del tejido industrial y familiar es considerable. Tanto grande como el costo de oportunidad que implica no desarrollarlo, el cual ya estamos experimentando actualmente. La innovación, la inversión en capital y la creación de valor añadido son todos resultados de la actividad industrial. Gracias a una pequeña empresa que crea oportunidades y evita la pérdida de población, la industria permite a una pequeña región acceder al mercado global. Estas empresas hacen que la riqueza llegue a todos los rincones de un país y sus regiones.

Sin embargo, para lograr un mayor dinamismo y capacidad de inversión, requieren un mayor apoyo y menos barreras burocráticas. Guillermo Julio Sáez, encargado de Talento, Estudios de Mercado y Compensación en Robert Walters, afirma que solo de esta manera podrán obtener mayores ingresos y mejorar las condiciones de sus empleados, lo que les permitirá aumentar su competitividad a nivel mundial.